martes, 10 de agosto de 2010

Todos los Días se me aparece la Historia

Todos los días se me aparece la Historia, en cada pensamiento, en cada conversación, en cada evento presente. Todos hacemos historia.

Historia es un cúmulo de acontecimientos del pasado y como tales producidos por cada uno de nosotros y nuestros ancestros, algo para conocer o algo que contar. No en vano tenemos la frase de “las batallitas del abuelo”, son historias reales donde el protagonista es la persona que las cuenta y que se remontan al pasado. Todos vamos creando historia en cada paso que damos y forma parte de la historia del mundo, anónima o conocida.

Cada persona que pasa por nuestra vida nos deja algo, a veces ni nos damos cuenta, pero probablemente con el tiempo, valoremos lo aprendido, una frase, una palabra, una experiencia, una mirada, una sonrisa…

Tucídedes dice que “La historia es un incesante volver a empezar”. Creo que todos los días nos abrimos los ojos después del despertar y a pesar de la agenda, creamos realidades diferentes que van marcando acontecimientos diferentes, planeados o no, pero dependen de nuestras decisiones. ¿Nos equivocamos? Quien sabe. Hay quien dice que los errores no son más que ilusiones creadas por nuestras emociones y nuestras metas. A veces los resultados son satisfactorios y otras veces no, pero no creo en los errores, creo en las experiencias y en su interpretación de los hechos acorde a mis expectativas y como impactan en mi. Los errores, creo que vienen marcados por los juicios ajenos. ¿Quién puede asegurar que metimos la pata? Creo que nadie, solo nosotros determinamos el desenlace.

Me gusta una frase de Camilo José Cela, “Hay dos clases de hombres: quienes hacen la historia y quienes la padecen”.

La diferencia entre unos y otros radica en los que deciden tomar acciones y los que las sufren decidiendo que no van a hacer nada al respecto, los que avanzan y los que se conforman.

Me he caracterizado por ser una persona inconformista, nunca me conformo, avanzo, lucho por lo que quiero y soy visionaria. Tengo muy desarrollado el espíritu crítico y me alegro.

Para mi, el inconformista es el que quiere más, es el que siempre está moviéndose de su zona de confort, el analista, el estratega… el que decide si quiere o no quiere, a pesar de las consecuencias. Discrepo de la autocracia, la imposición de ideas o acciones las cuales no dan pie a la libertad personal de elección, sea cual sea, desde aceptar ir a un lugar al que no quieres ir como el de aceptar la cultura del miedo.

La persuasión es un arma de doble filo cuando no tienes las cosas claras, cayendo en la manipulación, y creo que la peor de todas, es la persuasión social… ¿Quién decidió que las reglas y los valores sociales aceptados desde siglos atrás son inmutables?

La cosas cambian de dos maneras: se transforman o desaparecen para dejar paso a otra diferente.

Si las transformamos, nos basamos en algo existente y a partir de ahí evolucionan: por ejemplo, una mesa redonda, podemos transformarla en una mesa cuadrada, pero sigue siendo una mesa.

Si desaparecen, implica que existe poder de creación de algo nuevo, si una con una mesa, creamos una silla, ya no sigue siendo una mesa, acabamos de crear otra realidad diferente.

Creo que pasa igual con las ideas, para cambiar una realidad que no gusta, no sirve solamente el mutarla, necesita un cambio diferente. Si no nos gusta una dictadura, hay que quitarla para implantar una democracia, no evolucionarla, en cambio si tenemos una democracia, buscaremos transformarla y evolucionarla hacia algo mejor.

Partiendo de este concepto, la diferencia radica en las acciones, ¿cómo lo hacemos?... me imagino que cada uno tendría sus propias teorías, ¿Cuál es la buena?...

Creo que a cada uno nos sirven nuestras propias ideas y decisiones para alcanzar el éxito en nuestros proyectos, y vamos construyendo nuestra propia historia.

¿Cuál es tu historia personal y cual quieres que sea?

¿Quieres transformarla o quieres crear una nueva?

Decidas lo que decidas, yo me decanto por las dos, en ocasiones necesito transformar mi realidad, otras veces tengo que hacer borrón y cuenta nueva y vuelta a empezar.


Lo increíble es que es más fácil empezar de cero que transformar lo que ya existe… empezar implicar crear, nacer, visionar, hacer estrategias… mutar implica reestructurar sobre la base y volver a replantearte las cosas… la emocionalidad varía…

Decidas lo que decidas, piensa, que lo hacer por ti y en cada paso vas escribiendo y redactando lo que eres, lo que quieres ser y lo que serás y que siempre puedes empezar de cero, solamente tienes que decidir que en este momento empiezas otra vez, ¿Quién nos lo impide? Solamente nosotros.

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